ESCRITURA

Concepción De La Escritura Para Una Intervención Fonoaudiológica

Como lo hemos manifestado, este blog ha sido creado con el fin de brindar una propuesta de intervención encaminada a facilitar  el proceso de escritura de aquellos niños que presentan dificultades en este, entre ellos el niño “disléxico”.  Para ello es importante explicar la concepción que se tiene sobre la escritura ya que es a partir de dicha concepción que se definen las dificultades que presenta el individuo en  ella, los apoyos que requiere y los encargados de brindarlos.

A lo largo de la historia como se plantea en la conferencia sobre los sistemas de escritura de ana teberosky; se han identificado diferentes formas de abordar el aprendizaje del lenguaje escrito. Una de ellas es la perspectiva conductista que tradicionalmente ha concebido la escritura como un sistema de códigos gráficos que son la mera transcripción de los sonidos del habla. Es por esto que desde esta mirada se admite que para aprender a escribir, al individuo después de adquirir el lenguaje oral únicamente le resta llevar a cabo un proceso simbólico que le permita transmitir los sonidos (fonemas) a un medio gráfico (grafemas) concibiéndose la escritura como un proceso de codificación.

Es solamente unos años más tarde que con la aparición e intervención de los lingüistas se plantearon nuevas concepciones sobre  la escritura donde se argumenta que  esta va mas allá de una decodificación de símbolos. Es entonces cuando se la empieza a concebir como una herramienta que nos posibilita una representación tangible de nuestros pensamientos lo que hace de ella un sistema de representación del lenguaje, una forma de comunicación.

Sin embargo es necesario como lo afirma ana teberosky, incluir tanto una perspectiva “decodificadora” al igual que una que le asigne funcionalidad a la escritura. Dichas características están incluidas en una aproximación constructivista en la que son  planteados dos momentos del aprendizaje de la escritura: la primera que se refiere al aprendizaje del código escrito y a la automatización de este; la segunda al aprendizaje de la escritura como un proceso de representación del lenguaje que se logra convencionalizar a través del uso de un código escrito establecido socialmente.

Es importante tener en cuenta estos aspectos de aprendizaje de la escritura ya que si se promulga el aprendizaje únicamente del código escrito (como en la mayoría de las instituciones en las que se enseña la escritura en edades iniciales) el aprendizaje se reduce  al aprendizaje de un sistema de códigos  y no como otro modo de representación del lenguaje.

En adición es trascendental tener en cuenta que el aprendizaje de la escritura no es un proceso aislado que únicamente se lleva a cabo dentro del entorno escolar. No son solo momentos de “aprendizaje de un código” ya que al proceso de asignar una representación del lenguaje a la escritura subyacen otros aspectos, considerándose que la escritura es objeto cultural y por ende tiene comienzo en situaciones del contexto inmediato del individuo.

Como conclusión de todo lo anterior, teniendo en cuenta nuestra formación como fonoaudiólogos y nuestro interés de tener una visión más integral (que nos permita no solo centrarnos en sus dificultades de manejo del código escrito sino también en la funcionalidad de sus producciones) de la problemática que afecta a esta población que presenta “dislexia”, tomamos una concepción del proceso de escritura que tengan en cuenta las exigencias que hace el contexto al individuo y respondemos a estas. Por ello decidimos acoger una perspectiva constructivista en donde se concibe que la escritura es un proceso de representación del lenguaje que se caracteriza por su funcionalidad en determinados contextos y que se hace tangible a través del  aprendizaje de la codificación de grafemas. En nuestro caso se prioriza la funcionalidad de la escritura y como aspecto secundario el aprendizaje del código escrito.

Inicialmente  para nosotros, el aprendizaje de la escritura se centrara en la funcionalidad de ésta, en hacerle ver al individuo una necesidad de escribir, establecer un propósito y de acuerdo a esto establecer estructuras y modos discursivos que le permitan satisfacer el contexto que demanda un producto escrito.  A la par con esto pero como algo secundario se debe manejar la identificación del código escrito siendo este identificado como “una necesidad” de manejar un código convencional para todos los individuos de una sociedad; que no sea la simple identificación de un grafema y de su correcta graficación sino que el niño tenga un pensamiento similar a “tengo que utilizar este grafema para que x persona me entienda y por ello me es importante aprender a manejarlo”.

En última instancia tomaremos como relevantes aquellos aspectos de la escritura relacionados con los manejos espaciales y características de caligrafía del niño ya que actualmente con los avances tecnológicos, la escritura cada vez menos depende de un lápiz y un papel. Es aquí donde se verifica que la principal problemática no es que el niño entienda como deben graficar diferentes palabras, sino que las grafique en un contexto discursivo adecuado para cumplir con sus propósitos comunicativos. En este sentido encaminamos nuestros objetivos de intervención.

Sandra Liseth Martínez Rosero.

Estudiante de séptimo semestre de fonoaudiología.
Universidad del Valle.

Referencias:

TEBEROSKY, Ana. Los sistemas de Escritura. En: Congreso mundial de Lecto-escritura, celebrado en Valencia, Diciembre del año 2000; Universidad de Barcelona. Pág. 1 – 15.